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El pasado puente, durante una visita a Barcelona, nos escapamos hasta el  Hotel Camiral, antiguo hotel Meliá Vichy Catalán que cerró para abordar una reforma integral el pasado año.

Nos gustó, que nada mas llegar, después de un viaje en coche y con el frío en el cuerpo, nos encontramos con un delicioso chocolate caliente en la habitación. Bajamos al lounge bar con una amplia carta de platos locales, típicos de la zona. Probamos la tabla de quesos, un vino exquisito y una deliciosa carne en su punto.

En la habitación nos gustó encontrar todos los amenities necesarios, especialmente para la mujer, crema de cara, contorno de ojos, hasta un spray de relajación al lado de la cama para poder dormir. Café, té e infusiones, realmente todo lo necesario para no salir.

Al día siguiente hicimos una escapada a Girona (unos 20 minutos en coche). Merece mucho la pena visitar la ciudad histórica, con mucho que ver y probar y una oferta encantadora de restauración. No fuimos a ningún estrella Michelín, pero si que probamos un helado en la heladería de Jordi Roca, Rocambolesc. De otra visita del año pasado, también podemos recomendar como sitio «local» donde los haya… el «Cafè le Bistrot», platos locales de temporada con una estupenda relación calidad-precio.

En definitiva un estupendo fin de semana si lo que estás buscando es una escapada de relax, desconexión y buscas calidad y buen servicio. De los 2 campos  (Stadium y Tour) de PGA junto al hotel y sus habituales magníficas condiciones de mantenimiento no parece necesario hablar. Si es interesante mencionar las impresionantes zonas de práctica entre el hotel y el campo y que incluyen un putting green de 2.000 metros cuadrados y una zona de chipping con cinco bunkers con diferentes tipos de arena (Augusta, St. Andrews, volcánica de Hawái, PGA Catalunya Stadium Course y Pebble Beach).